Chica, no hay
suficiente oro en las minas vírgenes que duermen ladeando la laguna de Cuiviénen como para que los Hijos de Ilúvatar logren
descifrarte...Porque, mujer, tu precio desmerece tu valor.
Sin duda, cualquier
necio confundirá valor y precio cuando el sendero luminoso se estreche. Por supuesto,
todos, tarde o temprano, te traicionarán. Entregándote al enemigo traficarán
con tus pertenencias.
Por eso, jamás
olvides que en mí tienes un cómplice para calmar la urgencia, sortear la vida
desabrida, tomar cualquier arteria de carretera secundaria.
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