El rechazo de la realidad trascendental no nos hace libre sin la excarcelación del cautivo. Para nuestra desgracia nos topamos con un vacío humano tan maravilloso como descorazonador que siembra la semilla de la fe más esbelta como del ateísmo encriptado.
"Iban diciendo que quería volar ser el nacimiento de las olas del mar"
(Sombra y Luz. Triana)
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