Ser verdugo de guante blanco
sin sed de palabras, ni de sangre
cuando vivir no es más que ahogarse a los placeres insalubres
un cigarro y Andrés
para acabar el crimen imperfecto
que entre líneas deja a ver
que por más que me duela el matarte
miro hacia el lado
para jugar a las carreras
y poder afirmar que esta vez ,gano yo
que esta vez
no me equivoqué
y que va para largo.
Los ojos están abiertos,
el sueño acabó.
Duerme cariño, duerme...el infierno nos queda lejos.
Cuánta belleza condensada!! n-n
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