A Artur Mas y a la familia Pujol le han pillado con el carrito del helado: por más que echen la culpa a una truculenta maniobra de las "cloacas" del estado español no cabe duda de que les llega el agua al cuello.
Cómo no va a presumir el independentismo antiespañol si le pillan con la pasta que han robado durante años para darse el gusto y resulta que sus rivales políticos no se atreven a afearle la conducta días antes de las elecciones. En cualquiera país democrático estos asombrosos caraduras estarían inmediatamente al servicio de la justicia y horas después calentando la trena.
Si alguien cree que un país sobrevive a una corrupción asumida, consagrada, consentida y embaulada por parte de la inmensa mayoría de la población porque sus propios líderes lo hacen...Pues no pude sobrevivir.
Y, de nuevo, debemos ratificarnos en la afirmación de que en España no cabe un tonto más. A nuestro particular vía crucis entre el estado depresivo habitual en el que andamos sumido y la cercana hecatombe que se nos avecina tras las próximas elecciones catalanas y la posterior declaración de independencia que lleva consigo, ahora se nos une una voz de ultra tumba: resulta que el general Prim fue estrangulado.
Un estudio efectuado por la Comisión multidisciplinar Prim de Investigación de la Universidad Camilo José Cela de Madrid. en el hospital Universitario de San Joan demostraría que el general no murió por las heridas del atentado en la calle del Turco. Resulta que ya no son los doce sicarios como testificaba la versión oficial si no que al presidente masón fue víctima de un asesinato de estado.
En fin, no dejan de salir casos devastadores de corrupción en la historia presente y pasada de la nación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario