- Hijito pero si ya miramos detrás de la puerta o del armario.
- Tengo miedo a la oscuridad del grillete sin la mano encadenada.
- No digas tonterías. Has cenado, has tomado tu leche con galletas y te has lavado los dientes. Es hora de dormir.
- Mami, átame contigo a la cama. Muy fuerte, que no pueda moverme y así deje de tener miedo.
- Bueno, un ratito hasta que te duermas, pero las manos quietas.
- Mami, eres tú la que siempre empieza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario