De todos los países y sus fronteras, tu lugar en el mundo era mi hombro.
Hace meses que comprobamos que nuestro reino no es de este mundo, que de tanto usarnos nos hemos desgastado, que sólo nos queda diluirnos en el mar divino de lo eterno, que habrá un día futuro para unos nosotros dos futuros.
Ahora da igual subir, bajar o estar parado o intentar borrar nuestras huellas viendo volar aviones en plano largo.
Ahora me daré una vuelta para verte un rato perderte entre la tormenta y estar seguro de no volver a correr tras nuestro pasado.
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