El disco en Youtube
He de decir para comenzar que la mejor forma de afrontar esta clase de artículos es, creo, clickar en el link (o ir a comprar el CD con su estuche en tu tienda más cercana) y, tras muchas escuchas, si no nos emociona, sólo entonces interesarse por las razones por las que le pueda gustar al otro.
Bueno, parece que ya está escuchado.
Vengo a recomendar, y no me han pagado por ello, el fundacional "Merriweather Post Pavillion" de Animal Collective, disco aparecido en 2009 y considerado por muchos el mejor de la banda, y por mí, además de eso, el mejor hasta ahora catado de dicho año [seguido, de lejos, por los Muse o Sunn O)))].
Sobre la banda podemos decir que son habitualmente catalogados como "rock neo-psicodélico y experimental", definición esta que me parece sumamente incorrecta en su primer término, pues no les encuentro unos vínculos demasiado consistentes con la psicodelia, sea la histórica o la de reformulaciones recientes (mucho más me lo parecen, y son actuales, The Flaming Lips). Y, por supuesto, lejos están también otros usos aún más vagos de la palabreja o de su influencia, como el Trance o el Acid House. No obstante hay que reconocer que, sin poseer una estructura compositiva enrevesada, su experimentación en el ámbito de lo meramente sónico, siempre de la mano de lo electrónico, merece ya de por sí una ojeada. También se los ha llamado "indie", catalogación que, aun compartiendo algunos rasgos, se les queda muy chica.
Total, que menos mal que no existen etiquetas para todo, compadre. Por si esclarece algo su actitud, los apodos de los miembros del grupo incluyen, por ejemplo, Panda Bear (Oso Panda) o Geologist (Geólogo).
El álbum en cuestión mantiene una textura sonora muy similar de tema a tema, una atmósfera de borrasca cromática y rayos láser. No obstante toda esta uniformidad, algunas piezas ("In the flowers", "Summertime clothes", "Bluish", "No more runnin") destacan enormemente frente a otras ("Lion in a coma", "Brother Sport") que parecen intentos de sumar mecánicamente ingredientes del cocktail logrado sin alcanzar un resultado muy allá, yo diría -en mi tónica- que por la carencia de una base acórdica fuerte, ya que la melódica está siempre trabajada. Cuando se incluyen ideas novedosas para el conjunto del disco (véase "Lion in a coma", que genera un ruido ambiental evocador de cierta África digital difícil de concebir), no llegan a levantar el conjunto.
Parte sustancial del cocktail, la marca de la casa, consiste en el juego catchy del fraseo melódico (a veces uno casi se imagina a Brian Wilson detrás), que abunda en llamadas-respuestas y la introducción de muchas sílabas en poco espacio en estrofas líricamente muy pegadizas, lo cual hace al disco armónico y accesible desde el primer instante, y el proceso de iniciación en él consiste más que en otra cosa en diferenciar matices (es decir, las canciones) una vez se ha hecho el oído al traslúcido trasfondo.
He de decir para comenzar que la mejor forma de afrontar esta clase de artículos es, creo, clickar en el link (o ir a comprar el CD con su estuche en tu tienda más cercana) y, tras muchas escuchas, si no nos emociona, sólo entonces interesarse por las razones por las que le pueda gustar al otro.
La portada: ¡Miiira, miira cómo se mueven!
Bueno, parece que ya está escuchado.
Vengo a recomendar, y no me han pagado por ello, el fundacional "Merriweather Post Pavillion" de Animal Collective, disco aparecido en 2009 y considerado por muchos el mejor de la banda, y por mí, además de eso, el mejor hasta ahora catado de dicho año [seguido, de lejos, por los Muse o Sunn O)))].
Sobre la banda podemos decir que son habitualmente catalogados como "rock neo-psicodélico y experimental", definición esta que me parece sumamente incorrecta en su primer término, pues no les encuentro unos vínculos demasiado consistentes con la psicodelia, sea la histórica o la de reformulaciones recientes (mucho más me lo parecen, y son actuales, The Flaming Lips). Y, por supuesto, lejos están también otros usos aún más vagos de la palabreja o de su influencia, como el Trance o el Acid House. No obstante hay que reconocer que, sin poseer una estructura compositiva enrevesada, su experimentación en el ámbito de lo meramente sónico, siempre de la mano de lo electrónico, merece ya de por sí una ojeada. También se los ha llamado "indie", catalogación que, aun compartiendo algunos rasgos, se les queda muy chica.
Total, que menos mal que no existen etiquetas para todo, compadre. Por si esclarece algo su actitud, los apodos de los miembros del grupo incluyen, por ejemplo, Panda Bear (Oso Panda) o Geologist (Geólogo).
El álbum en cuestión mantiene una textura sonora muy similar de tema a tema, una atmósfera de borrasca cromática y rayos láser. No obstante toda esta uniformidad, algunas piezas ("In the flowers", "Summertime clothes", "Bluish", "No more runnin") destacan enormemente frente a otras ("Lion in a coma", "Brother Sport") que parecen intentos de sumar mecánicamente ingredientes del cocktail logrado sin alcanzar un resultado muy allá, yo diría -en mi tónica- que por la carencia de una base acórdica fuerte, ya que la melódica está siempre trabajada. Cuando se incluyen ideas novedosas para el conjunto del disco (véase "Lion in a coma", que genera un ruido ambiental evocador de cierta África digital difícil de concebir), no llegan a levantar el conjunto.
Parte sustancial del cocktail, la marca de la casa, consiste en el juego catchy del fraseo melódico (a veces uno casi se imagina a Brian Wilson detrás), que abunda en llamadas-respuestas y la introducción de muchas sílabas en poco espacio en estrofas líricamente muy pegadizas, lo cual hace al disco armónico y accesible desde el primer instante, y el proceso de iniciación en él consiste más que en otra cosa en diferenciar matices (es decir, las canciones) una vez se ha hecho el oído al traslúcido trasfondo.
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