Puede que el tiempo te de la razón
por la sagrada concepción
de cada uno de tus dedos
que juegan al gato y al ratón
desde tu boca al nudo desatado
entre tus piernas abiertas.
Eres experta en dominar los espasmos
y los gemidos entrecortados
por cada roce de alarma
con tu familia en casa
rodeada de vanidad.
Mientras tú rompes de placer,
el acero de la jaula en tu condena.
Con esas alas de plenitud
con las que volar alto
hasta perder la conciencia.
hasta perder la conciencia.
Justo cuando contienes la respiración
te corre la inspiración
y se escapa una sonrisa
de puro vicio.
Llegar es demasiado fácil con esta entrada. Muy grande.
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