¿Quién coge este rábano por las hojas?
¿Qué manos labriegas osa abrir en
canal
a la hogaza de pan blanco agazapada
entre el denso aceite de oliva,
la humedad del tomate a rodajas finas
y las cuidadas lonchas de jamón?
¿Quién es lo suficientemente mujer
como para atar a su cama
y, luego,
saber aflojar la cuerda al gato en
celo
que el lobo solitario lleva dentro?