-Nos ocupamos del nuevo dislate fascistoide acontecido
en ese país allá en el norte:
Que el Barça es el aparato de propaganda de la
Generalidad de Arturo Mas todos lo sabemos de sobra. Bien. Nada nuevo bajo el
sol. Pero que salga el filiforme secretario de Estado para el Deporte a
justificar las corruptelas barcelonistas es de juzgado de guardia. ¡Carnaza al
tal Miguel Cardenal!
-El
ejemplo capitalino no debe flaquear jamás:
Ancelotti es un señor
de los pies a la cabeza. Elegantemente conjuntado planta cara al encerado
arbitral con tacto y honestidad milanesa. Pero, igual, el pasado domingo
echamos de menos a Mourinho para incendiar el bosque en rueda de prensa. Todo
espectador digno del término vio con sus ojitos el último numerito arbitral
contra el madridismo. ¡Menuda infamia!