lunes, 4 de noviembre de 2013

Niégame tres veces


Tan vestidita, tan glorificada por los Dioses del Olimpo, trasnochas la malformación  de tu alma a quien te la roba. Tan pronto te ves como una extraña sumergida en lo etílico de un vaso sin dueño, para dar rienda suelta a tu cáliz de mantis, a tu cicatriz púrpura, al deseo insano de llegar tan lejos si no es para seguir.

Después empiezas a novelar sobre el coro en el corral que te da a entender lo que no es cierto, y me sorprenderé en una escucha asertiva con preguntas estúpidas a detalles de realismo fatídico. Tan aburrida por las aventuras llenas de héroes y villanos, sólo quieres bailar rock n' roll, o pensar que algún Ariel Rot te estará en esperando en el "back" con el movimiento de carriles sin frenos.

Las sirenas de la ciudad
van desafinando la ley
por la fiebre con serigrafía,
cuando sin parar de hablar
vas abriendo senderos en la piel
mostrando el camino a seguir
al cristal de tu acuario,
al pecado sin remedio,
al cielo de Madrid


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Licencia Creative Commons
El Yugo Eléctrico de Alicia se encuentra bajo una LicenciaCreative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 España.