miércoles, 7 de marzo de 2012

La Operación biquini: el secreto de un desayuno nutritivo.




Muy buenos días queridos amigos. Llegado el mes de marzo proseguimos con ‘La Operación biquini’. En esta segunda entrega trataremos el tema del desayuno.
Dicha comida ha sido muy desprestigiada por parte de los colegiales desde tiempos inmemorables por la simple pesadez y vagancia que caracteriza a estos seres proclives a la estupidez y la incorrección del conservadurismo de costumbre del hombre de orden.

Ciertos es, por abundar en el desprestigio acusado del desayuno, que las madres de estos colegiales cada vez son más esnob e histéricas y ven gramos de más hasta en un simple vaso de leche desnatada. He aquí donde reside el mal: por desventura venidera, las madres que el siglo pasado fue pariendo crecieron con la idea impostada del desarrollo o revolución femenina derribando los cánones matriarcales tan primigenios e indispensables para la perpetuidad de la especie…Esto es: los tiempos modernos solo han traído hogares desestructurados y, con ellos, la inevitable degeneración de costumbres.

Así pues, el desayuno como institución nutritiva y de ritual civilizatorio viene menguándose hasta devenir en ayuno. Y, ay, pobre víctima inocente, se ve vejado y con él devaluado el cuerpo, pilar de sustento en la unidad universal de la patria del hombre de bien.

Ante tal panorama apocalíptico las almas cándidas que siguen al abuelo no deben afligirse, ¡Aún podemos permanecer libre de la tiranía de los tiempos modernos!
Y, para ello, nada mejor que un buen desayuno:

1º) Desayuno aséptico (sólo si pertenece a una población de riesgo): infusión y manzana (más ducha fría).

2º) Desayuno medio: bol de cereales aderezados de leche o zumo (más 20 minutos de carrera al trote o 40 minutos andando –zancada arriba, zancada abajo-).

3º) Desayuno mediterráneo (el preferido y recomendado por el abuelo): bollo con aceite y jamón más café y zumo de naranja. Tras tal maravilla, coma a bocado una manzana bien ácida. Luego, ½ hora de natación y 1h de cardio.

2 comentarios:

  1. Yo antes no solía desayunar ni merendar, por culpa de mi madre feminista y los prejuicios que había sembrado en lo más profundo del alma; era un pringadillo de tres al cuarto

    ¡Ahora, gracias al Abuelito, me tomo un lechón a la brasa cada mañana mientras leo La Gaceta y mi secretaria se ocupa de mis parte bajas!

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  2. Los ejemplos de desayuno mencionados son, como mucho, mediocres. Vamos a ver, has olvidado el alimento que es la piedra angular de toda comida nutritiva: la coca-cola zero, además en el caso de ser consumida en el desayuno multiplica sus efectos beneficiosos y empiezas el día con energía a raudales. Y por favor, eso de hacer ejercicio es un mito, el mejor acompañamiento de un desayuno es un cigarro, complemento perfecto además de la mencionada bebida.

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