Ambos jadearon. Y antes de poder pronunciar palabra, un rugido como el del mar atronó toda la cueva. Entonces repararon en su error. La Piedra de los Milenios del doctor se encendió. Y comprendieron que estaban en el lugar equivocado en el momento equivocado.
Sabios como nunca antes lo habían sido, entendedores de su estrepitoso fracaso, ambos buscaron en su mente la fuerza necesaria para sobrevivir despues de aquel trance . Y mientras el rugido de la Llave y la Puerta se escuchaba cada vez mas y mas fuerte, el sheriff y el doctor solo podían creer que era una película, una película de cine, por favor, por favor, QUE ALGUIEN NOS TRAIGA PALOMITAS.
(Por cierto, no las encontraron, pero si que encontraron algo con lo que aliviar la tension, el cerebro de la pobre Anne Walker)
No hay comentarios:
Publicar un comentario