Tras mucho tira y
afloja el donatismo echó vigorosas raíces entre los disidentes.
Ninguna doctrina heresiarca resulta una
alusión gnóstica. Ello implica la reprobación total de la prisciliana
centripetocracia del método represor de control. Así, nuestra sociedad se
aletarga e interactúa servil inclinando la cerviz ante Skynet.
Después del atentado del World Trade Center el paradigma occidental se desplomó. Aquella
estructura inapelable y sugestiva se esfumó. Lo aparentemente férreo no era más
que ceniza y sangre.
Cualquiera que asistiera a ese acontecimiento
lúgubre reconoció el terror unánime en el alma.
Doce años después el mundo que conocimos ya
no existe y aquella pesadilla se instaló en nuestras vidas con una mella
trágica de innumerables consecuencias.