si te lo curras podés coger hasta el vicio,
freakearme sin cordura
toda la locura hippie-libertaria,
asfixiar
las vísceras, vaciar el bolsillo,
negociar ruinas y mocos
a cambio de bisutería
y trasplantes…
Pero no harás trato con la telecaster
cuando ninguno de los dos
pacta forzar el descalabre
de esta sociedad limitada
Quizá,
Peperina siga azotando a su representante,
quizá no haya
suficientes anfetaminas
ni rimas forzadas
para saber acabar la noche con
dignidad.