Estamos gobernados
por palurdos multiformes bastantes crueles por pasar por salvadores o parecer imbéciles cuando -
degollados por la cerviz- sirven a los próceres de los poderes fácticos que
mueven los hilos del Mundo.
Siempre se protege a
los elegidos por el sombrero seleccionador. Éstos conforman el detritus de la
meritoracia y deforman hasta medrar el eslabón más precario de la sociedad.
Para colmo hay un
hecho dramático que ridiculiza la asmática realidad. Éste es el talón de
Aquiles de la nación antes conocida como Expaña. El ciudadano libre está
cercado. Y, lo que es peor aún, encantado de ser aniquilado en sus derechos.