Veníamos conversando
-con pasión
freak-
de cíclopes, lotófagos
y demás
chakras
y acabamos, revolucionados,
dibujando γνῶθι σεαυτόν
y Βεατρίκη
en las paredes de tu habitación.
De
lejos,
la
noche y sus caimanes.
Fue
un cortocircuito aceptar los argumentos del adversario
mientras
follamos escuchando So Far Away.