- - Desaparece, ¡Ya!
- - ¿Qué has hecho?
- - ¡Desaparece! Estás
sola ante el peligro ¡Coño!
- - Ya…(dolida)
- - ¡Tía, despierta! Ten
200 pavos. Es lo único que llevo encima.
- - Tengo, tengo…
Tranquilo (frivoliza)
- - ¡Píllalos! No me
hagas el feo. Solo quiero el bien para ti.
- - Tú no quieres mi bien, quieres mi desaparición. Soy otra de tus putas.
- - No digas eso jamás…
- - (Interrumpe). Sí,
bah. Pilla los 200 y piérdete.
- - Cojones, no me hagas
esto más difícil.
- - ¿200 a todas?
Mantienes a medio pueblo y luego lo incendias.
- - ¿Qué?
- - Si, quemas todos los
puntos por los que pasas. Lárgate.
- -
Te necesito.
- -
¿Para qué?
- - Para ser un hombre,
no te vayas.
- - ¿Sabes?
- -
Dime
- - Voy a ir más allá que
los argonautas.
- - (Risas) ¿Pero si tú
no sabes ir a la vuelta de la esquina?
- - Escúchame quiero
viajar contigo.
- - ¿Dónde carajo vamos a
perdernos? Estamos en el culo del mundo. (Acaba la sentencia resignada
recolocándose el mechón indómito en la oreja izquierda).
- - Ya, estamos perdidos
pero podemos encontrarnos al final de la escapada.
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