Leo a idiotas todos los días: tardohipsters, púberos de goma y vírgenes veganas que se gustan de dar lecciones de civismo y modelos.
Vivimos en la nueva Edad Media. Es la muerte de la cultura. Basta con navegar por Internet y reparar que nadie tiene tiempo para escuchar un disco o ver una película.
Asumo que mi contradicción es irresoluble. Soy el cazador de ateos.