La individual violencia que ejerce el colectivo decide qué es la violencia y qué pretende obligarnos su relación: movilizaciones alternativas sin alternativas que se enconan en principios abstractos de índole esencialmente moral para las que la conceptualización de lo colectivo es dogmática y endogámica.
Para esto, un relicario laico de corrupción como axioma de los parámetros del sistema de mercado (un cambio en la moderna estructura institucional: este desorden se extienden a producir una era de relativa estabilidad para la absoluta decrepitud del ciudadano)para ameritar la dominación socio-cultural en la vejez cancerígena del devenir capitalista.
