La mente hace su viaje sin retorno y con las maletas llenasvisiones de aquello inexplorado y familiar
ajeno de todo lo perceptible
vista al frente, soldadito mudo
la tierra te acoge en su abdomen
viendo las grietas que van forjándose en el rostro
bendecido
gracia divina.
Lloverá pronto
desgastando
poco a poco
las pieles
la voz
y el poema.
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