Un coletero perdido junto a un cupón publicitario de algún periódico de derechas.
Está harto de juegos que en el orden hacen trampas, para pájaras, con el azar.
Las mañanas se las come en el paseo de las siete con su afamado logro "El silencio de vigilias".

Escritor - El canibalismo como solución utópica a las ráfagas populistas.
Caníbal - Le garantizamos la alfombra roja.
Escritor - ¿Iraní?
El joven idealista cumple a la perfección con su arrítmico estereotipo. Desde la distancia, es común ver como juegan a colocar una de las boinas sobre la cabeza del nuevo progresista (de un solo lanzamiento la puntuación se multiplica). Su madre, orgullosa cocinera de garbanzos rehogados en agua, observa la escena.
El calor erradica cualquier posibilidad de crecimiento, la melena estática. A nivel profesional no es un día de éxitos.
Experto en petancas (señalando al nuevo liberal) - Debe de ser su pelo.
Escritor - ¡No menciones mi alopecia!.
Caníbal - Esas morbosas manos de chico bueno.
Paso a saludarte, leerte y desear que sigas escribiendo.
ResponderEliminarUn abrazo.
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