Que la sigan chupando.
La catadura moral de esos anónimos que se dedican a insultar es directamente proporcional a su nulidad intelectual.
Hay quienes disfrutan promoviendo el odio y la violencia bajo el anonimato. Lástima, son dos gatos. La indiferencia es su peor jarabe.
En su país, qué tristeza, la envidia y la mala educación.