Fue la perfección:
resolvimos nuestra tensión sexual
en una comedia ligera.
Pasamos de un fundido en negro
a un blockbuster
con salpicaduras indie.
La idea del tiempo nos asusta:
poblar las verdes praderas del Edén
o hacinarnos en el asfalto.
La otra noche
después de la movida
el aire no fue tan bueno
y el hastío
se apoderó de nosotros.