jueves, 27 de febrero de 2014

Lucero del alma nuestra, espéranos en el cielo.




Lucero del alma,
en la hora definitiva 
que despunte el alba
entréganos esquiva
tus lágrimas de llama
sobre la horadada  esquirla
del vientre de una guitarra
gaditana quebradiza
en la lluvia flameada
que enciende 
el duende
de llanto
el canto 
de Algeciras.