Cuando tu día a día es tan magenta como The Devil's Advocate y estás más cerca de Al Pacino que de Keanu Reeves, Charlize Theron puede echarse a temblar.
Si los hombros de una mujer solar son la fachada de su encanto, su cuello esconde el canto de toda una ciudad fronteriza...: el territorio inexplorado por poblar donde combaten tierra y cuerpo.
Grandes depredadores en busca de su presa me acechan pero no lograrán atraparme: no será esta noche ni será aquí.
Me siento como César cruzando el Rubicón bajo el sol del invierno en Dublín.