Tu colmillo tiene hambre
aunque lo recubras con hollín de seda,
vendido encierro en hilos
impiden tu boca abierta.
Luego ladra tu suficiencia
en el significante óxido,
desde viejas costumbres
a recortados hábitos.
Viniste tarde con el rock
para vestirme de mierda.
Ahora dirán que tu dolor
no lo gasté en condenas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario