Se puso fin a la indisciplina de la avenida vendida a la carne blanda. ¡Oh, qué paz celestial!
Entre patata y patata, una espectacular conspiración maníaca, de un conocido complejo hostelero, transformó los huesos en pura masa . ¡Bienvenido, señorito Marshall!
Paulatinamente, misteriosos seres atónitos inundaban el centro de "Capital City" mientras constataban su espectacular capacidad de amoldamiento a la superficie. Insaciables devoradores de productos de marca.
Una noble carga policial solo sirvió para glorificar los excesos del movimiento pacifista.

Lower Manhattan nunca tuvo mejor panorámica.
Producto New York.
El enfermizo lema "In God We Trust" dejó de repetirse en la desastrosa huida.
Durante la noche, la ciudad se hizo suya. Decidió situarse en lo más alto del Empire State. La cólera de los pichones le ensordecía. Sentía el éxtasis.
- ¡Queridos iluminados! ¡New York es vuestra!
(Olvidó agradecer la gran ayuda que brindó Deluxe a su causa)
(Olvidó agradecer la gran ayuda que brindó Deluxe a su causa)
Boom.
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